Aunque el pensamiento forma parte de la fantasía y la
imaginación, también sabemos que las ideas se pueden hacer realidad.
¿Qué tiene que pasar para que un pensamiento se convierta en
realidad?
Lo primero es prestarle atención, a continuación debes
sentirlo y al sentirlo imaginar que es realidad, prestarle más atención y
alimentar el sentimiento con la imagen.
Hasta ahí sencillo. El siguiente paso consiste en estar
dispuesto a hacer algo al respecto, pensar como lo vas a llevar a cabo (crear
una estrategia) ese paso que es uno más hacia el objetivo final.
En ocasiones el objetivo se cumple tal y como esperabas pero
la mayor parte de las veces lo que consigues tiene que ver más con lo que
necesitas que con lo que quieres. Para ello es importante que seas consciente
no tan solo de tus deseos sino también de las necesidades que se esconden
detrás de ellos, de esa forma sabrás exactamente lo que consigues.
El pensamiento debe de ser amplio y flexible para que tengas
la capacidad de ver en amplitud el campo de posibilidades que tienes tanto para
adecuar tus objetivos como para realizarlos. Dicho de otra forma, utiliza todo
lo que tienes a tu alrededor para construir lo que deseas.
"Conseguir una meta es partir de lo que tengo hacia lo que quiero
tener".
Bárbara Ramos
No hay comentarios:
Publicar un comentario