Muchos de nosotros tenemos tendencia a guardar cosas innecesarias e incluso hay personas que no se deshacen casi de nada. Acumulamos cosas por si acaso los necesitamos más adelante.
En ello incluso podemos limitar nuestro espacio y movimiento y pensar en deshacernos de algo a algunos les puede llegar a angustiar, llegando al punto de no saber lo que tenemos ni donde lo tenemos.
Todo ello es un reflejo de nuestro mundo interior en el que nos vamos apegando emocionalmente a objetos, situaciones y personas que ya no nos aportan nada útil y generando con ello una acumulación de sentimientos que se acaban enquistando en nuestro cuerpo en forma de contracturas, dolores e incluso enfermedades, limitando nuestro movimiento tanto mental como físico y relegándonos al miedo, la ira, la tristeza y la culpabilidad.
Pues igual que harías una limpieza general, llega un momento en el que cuando dices hasta aquí, te pones frente a la puerta y te aterra ver lo que hay y el no saber por dónde empezar, pero una vez que te metes la energía empieza a fluir, te animas lo que pondrás en ese nuevo lugar y lo bien que te hará sentir, aunque haya momentos de agotamiento sabes que quieres llegar hasta el final.
Habrá dudas de que hacer con según que cosas pero ello no te detendrá hasta que finalmente podrás descansar tranquil@ con la seguridad de saber con lo que cuentas y la satisfacción de tener el espacio necesario para lo que está por llegar.
Bárbara Ramos
Psicoterapeuta Transpersonal
psicoamavir@gmail.com
Tel.: 619-181527
Muchos de nosotros tenemos tendencia a guardar cosas innecesarias e incluso hay personas que no se deshacen casi de nada. Acumulamos cosas por si acaso los necesitamos más adelante.
En ello incluso podemos limitar nuestro espacio y movimiento y pensar en deshacernos de algo a algunos les puede llegar a angustiar, llegando al punto de no saber lo que tenemos ni donde lo tenemos.
Todo ello es un reflejo de nuestro mundo interior en el que nos vamos apegando emocionalmente a objetos, situaciones y personas que ya no nos aportan nada útil y generando con ello una acumulación de sentimientos que se acaban enquistando en nuestro cuerpo en forma de contracturas, dolores e incluso enfermedades, limitando nuestro movimiento tanto mental como físico y relegándonos al miedo, la ira, la tristeza y la culpabilidad.
Pues igual que harías una limpieza general, llega un momento en el que cuando dices hasta aquí, te pones frente a la puerta y te aterra ver lo que hay y el no saber por dónde empezar, pero una vez que te metes la energía empieza a fluir, te animas lo que pondrás en ese nuevo lugar y lo bien que te hará sentir, aunque haya momentos de agotamiento sabes que quieres llegar hasta el final.
Habrá dudas de que hacer con según que cosas pero ello no te detendrá hasta que finalmente podrás descansar tranquil@ con la seguridad de saber con lo que cuentas y la satisfacción de tener el espacio necesario para lo que está por llegar.
Bárbara Ramos
Psicoterapeuta Transpersonal
psicoamavir@gmail.com
Tel.: 619-181527
No hay comentarios:
Publicar un comentario