Ha demostrado ser una
herramienta muy válida para cambiar actitudes y comportamientos que nos
condicionan y no sabemos por qué se producen.
A través de simples técnicas de relajación, abrimos una puerta a nuestras memorias inconscientes, revivimos hechos del pasado (sean de la infancia o del estado fetal, del espacio entre vidas o de otras existencias), identificando las reacciones corporales, emocionales y los criterios mentales que se originaron en esos momentos.
A través de simples técnicas de relajación, abrimos una puerta a nuestras memorias inconscientes, revivimos hechos del pasado (sean de la infancia o del estado fetal, del espacio entre vidas o de otras existencias), identificando las reacciones corporales, emocionales y los criterios mentales que se originaron en esos momentos.
La toma de conciencia de
estos contenidos nos permite liberarlos agotando la energía psíquica reprimida
y desactivándolos, permitiendo crear nuevos enfoques y patrones de conducta más
satisfactorios.
Estado de somnolencia- semiconsciéncia.
Este hecho produce unas
transformaciones profundas y duraderas, donde no sólo hemos podido resolver
nuestra problemática, sean fobias, depresiones, sentimientos de culpa,
bloqueos, miedos infundados, ansiedad, reacciones exageradas ante la causa que
las origina, relaciones conflictivas, somatizaciones, etc… sino que hemos
conseguido alcanzar otros estados de conciencia y entrar en contacto con los
niveles de sabiduría internos propios del SER que nos permite sentir la vida desde una perspectiva más profunda y verdadera.
Este tipo de terapia está indicada
fundamentalmente en todas aquellas problemáticas que requerirán la atención
psicoterapéutica, pero también como método de desarrollo personal en el
descubrimiento del camino evolutivo del alma.
La terapia regresiva es una
técnica que se ayuda de una simple relajación, la
cual permite pasar a un estado de ondas cerebrales en el que existe un alto
grado de emotividad idóneo para provocar la libre asociación del
incosnciente.
De esta forma, la persona puede
buscar en las informaciones de su pasado, guardadas en el inconsciente, hasta
llegar a encontrar los orígenes de sus raíces enfermizas (episodios traumáticos
no resueltos) las cuales han ido produciendo una tensión física y una carga
patológica creciente que con el tiempo ha generado un desequilibrio interno.
El terapeuta tiene como
función “facilitar” la conexión del paciente con su pasado y ayudarle en los
momentos duros que sin duda encontrará en el fascinante viaje que hará a su
interior.
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